Señora Directora:
Un reciente editorial del Diario Financiero se refería a los malos resultados del Estudio Nacional de Inglés entregados por la Agencia de Calidad de Educación, que nos obligan a redoblar esfuerzos para que la enseñanza de este idioma sea prioritaria, pues habitualmente se confunde el bilingüismo con el hecho de aprender inglés.
Consideramos que la clave del problema radica en que el aprendizaje del inglés debe comenzar en las etapas iniciales (primer ciclo o pre escolar), pues pasados los 10 años de edad es muy tarde para lograr buenos resultados. La diferencia entre ser bilingüe y aprender un idioma extranjero, es que con el primero se aprende la capacidad de pensar en el otro idioma, lo que sólo es posible a través de un programa que desarrolle destrezas sociales, académicas y de lectoescritura.
Una persona bilingüe desarrolla una mayor habilidad cerebral, donde encontramos el pensamiento flexible y cada palabra tiene dos o más conceptos. Además, mejora la capacidad de pensar y comunicarse en otro idioma, para así acceder a mejores posiciones laborales e interactuar con otras culturas.
La educación chilena debiera apuntar en esa dirección, que nos permitiría en este mundo globalizado que nuestras futuras generaciones sean bilingües, que como está demostrado, es una de las herramientas fundamentales para el desarrollo de los países.
Víctor Barahona Kuntsmann
Gerente general Red educacional Cognita