izq a der.: Marcelo Fuster, gerente general de Asimet; Dante Arrigoni, director de Asimet; José Ramón Valente, ministro de Economía; Juan Carlos Martínez, presidente de Asimet; Ítalo Ozzano, director de Asimet.
El anuncio de Maersk Container Industry (MCIS) por el cierre de su planta de contenedores refrigerados en San Antonio remeció a la industria. Tal fue la magnitud que el presidente de Asimet, Juan Carlos Martínez, señaló que la partida de la firma socia del gremio representa «un duro golpe a la industria metalúrgica y metalmecánica chilena».
Además, señalaron que es el desempleo en la ciudad portuaria la que se vería afectada directamente por el cierre, pero también se verían perjudicados los costos para los exportadores de frutas, ya que requieren contratar este tipo de dispositivos para sus envíos al exterior.
«La industria chilena no fue capaz de competir en costo y diversidad. Chile dejó de ser el «sweet spot» que justificaba la operación en Chile; es decir, la fruta chilena salía en contenedores reefers nuevos hacia los diferentes destinos. En la decisión pesó más el costo de producirlos en San Antonio. Tal vez este hecho repercuta en el costo del transporte de nuestra fruta», señaló el dirigente gremial.
Y agregó que «esto muestra la debilidad que como país e industriales tenemos para competir al no estar en condiciones de proveer los insumos que esta fábrica requería para operar, lo que no hace más que validar la necesidad de fomentar la manufactura por la importancia que tiene en el ámbito social, laboral y económico», concluyó.
Fuente: Diario Financiero