Los bajos índices de productividad y las débiles proyecciones de crecimiento se deben, según la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asimet) a la falta de políticas públicas que encaminen al país a una nueva fase de reindustrialización 4.0, y que es la receta que han tomado las naciones desarrolladas.
El tema lo bordó el presidente de Asimet, Dante Arrigoni, durante un encuentro con empresarios del sector al que asistió como invitado el experto en encuestas de opinión y académico de la Escuela de Gobierno UC, Roberto Méndez.
“Si bien es positivo contar con autoridades económicas y políticas que hacen un manejo responsable de la economía, se requiere cambiar los paradigmas”, señaló Arrigoni.
“Se necesita modernizar un modelo económico que fue exitoso en décadas pasadas y que ahora promueva con fuerza nuevos emprendimientos, más y mejores inversiones, políticas públicas y tributarias que fomenten la reindustrialización 4.0, con la convicción que no es un privilegio para un determinado sector, sino que el modo más inteligente de, como país, enfrentar con éxito el futuro”, añadió.
También recordó que hace cuatro décadas el país fue capaz de realizar transformaciones necesarias como abrir la economía, introducir mayor competencia, diversificar y promover las exportaciones.
“Pero esa etapa exitosa es hoy insuficiente”, acotó, agregando que “Chile no puede continuar siendo solo un país exportador de commodities, ni pretender que la economía pueda mantenerse ad eternum sobre la base del consumo de bienes y servicios”.
En tal sentido, enfatizó que nuestro país, al igual como ya lo han visualizado otras naciones de desarrollo intermedio, debe entrar de lleno en una fase de reindustrialización, modernización de sus sectores productivos mediante la digitalización, automatización, robótica, y big data, entre otros.
“Los cambios que el mundo y las tecnologías nos están señalando son ineludibles; ya estamos siendo testigos que la automatización es ahora la protagonista de las reivindicaciones sindicales. Empresarios y trabajadores deben asumir con la mayor prontitud que las resistencias solo contribuirán a reducir las fuentes de empleo y terminaremos perdiendo la competitividad que requerimos en este mundo global”, concluyó.